Es una ampliación del dicho «colgar los hábitos», agregando a la higuera como referencia al mito sobre el suicidio de Judas, que se habría ahorcado en una rama de ese árbol luego de traicionar a Jesús. La frase se interpreta entonces como una "traición a la Iglesia al abandonar el estado clerical".
"Esta frase tiene una vuelta de tuerca aún más dura: 'ahorcar los hábitos en la higuera'."